Ya lo dijo Shadow...
¿Se van a acordar de cuando me ataba el pelo con una gomita, esa que mostraba mi energía varonil? Me pregunto qué les va a pasar por dentro cuando de vez en cuando escuchen mi nombre. ¿Van a esquivar el tema o se van a animar a recordar los momentos en que traté de ser más atento? ¿Se reirán al pensar en cómo prefería hacerme el boludo antes que hablar mal de alguien? ¿Van a decir unas palabras por mí, contando lo que me querían? ¿Me van a recordar en los platos que me gustaban, diciendo “este era su preferido”? Quizás mi nombre despierte broncas viejas, por palabras o actitudes que haya largado con enojo. ¿Igual me van a llorar un rato? ¿Voy a ser digno de alguna que otra lágrima? ¿Se van a aparecer un ratito aunque sea en mi velorio? ¿Mi nombre va a sonar, aunque sea bajito, deseando que me levante una vez más? ¿Viví lo suficiente para que me recuerden? ¿Voy a estar en sus rezos cuando prendan una vela? ¿Esa luz me va a guiar o se van a preguntar si de verdad me fui? En los silencios...