Cada día y un poco de hoy
7:11 am No aspiro a lo mejor; aspiro a “casi” lo mejor. Me concentro y pongo todo mi esfuerzo en alcanzar la excelencia, pero justo un instante antes de llegar, suelto el acelerador. Dejo que el impulso me lleve al puerto de destino. Es como un gráfico en forma de campana: tras el clímax, solo queda descender. Y descender nunca me resultó agradable. 8:30 am Llego puntualmente a la escuela. Tengo responsabilidades que me pesan, aunque todos insisten en que este servicio no debería agotarme. Pero cada semana siento más miedo al verme en el espejo. Cuanto más tiempo permanezca mi sonrisa, más temo que se vuelva imposible sostenerla. Me aterra que un niño sienta que no le doy lo suficiente. Aunque lo que más me asusta es que pueda ser verdad. 11:20 am Sobreestimamos cuánto tiempo tenemos. Nunca podemos medirlo con precisión, aunque nos engañemos pensando que somos lo suficientemente rápidos. Trabajamos con la idea de que el tiempo nos sobra, pero las cosas pueden cambiar en un sus...