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El peso liviano de no querer ser

Hago como que me importa. Lo justo para que no me hagan demasiadas preguntas. Lo suficiente para que nadie mire de cerca. Porque si miraran de verdad, podrían ver las grietas que llevo años tapando: esas partes que estoy demasiado cansado para arreglar, y otras que ni siquiera sé si vale la pena reparar. Es como usar una máscara que encaja lo justo para pasar desapercibido. Ni demasiado ajustada ni demasiado floja. Lo bastante cómoda para que nadie pregunte por qué está ahí… pero lo bastante cerca para sentir cada respiración atrapada adentro. Muchos parecen haber nacido para mostrar a viva voz lo mucho que les importa todo, desde crisis económicas hasta las ruedas de Colapinto, como si eso fuera lo único que importara. Yo miro desde afuera, sin entender de dónde sacan tanta energía, y cómo el mundo premia esa “preocupación”. Yo no la tengo. Nunca la tuve. A veces pienso que soy raro por no sentirme más involucrado, pero la mayor parte del tiempo me alegra no ser de los que gritan para...

El futuro no es nuestro

Pasamos horas, días, semanas, tratando de adivinar lo que va a pasar. Nos llenamos la cabeza de escenarios posibles, creyendo que si pensamos suficiente vamos a tener el control. Pero el futuro es otra cosa, es esquivo, no se deja encerrar. Nos angustia no saber qué va a venir. Nos hace imaginar lo peor: el error, la pérdida, el rechazo. Queremos certezas, y la vida es un culo lleno de preguntas. Me acuerdo como si fuera hoy de un día que rendí un examen de música en la Facultad de Bellas Artes. Lo viví como un penal en la copa del mundo. Venía estudiando sin parar, con esa presión que uno mismo se impone cuando algo le importa demasiado. Sentía que de ese resultado dependía todo: mi camino, mi honor, mi futuro. Y esa noche no pude dormir, literal. "¿Si no apruebo, qué hago? ¿Y si no sirvo para esto?" Spoiler: desaprobé. Pero más allá de eso, el tiempo me mostró que no era tan grave. Que esa situación que viví como una bisagra, terminó siendo apenas una página más dentro de u...

No soy tímido, ahorro batería

Me acuerdo que una vez, durante los primeros años de la facultad, estaba tranquilo en una reunión de amigos hasta que a un loco macanudo se le ocurrió interpelarme: —“¿Y vos? ¿Por qué no hablás un poco más, eh? ¡Salí de ese caparazón!” Yo me reí alevosamente, levanté mi gaseosa y pensé: “Tranqui, genio, estoy bárbaro en mi caparazón, gracias.” Y es que si sos introvertido, seguro alguna vez te dijeron algo así. Como si ser tranquilo o reservado fuera algo que hay que corregir. Pero… ¿y si ser introvertido fuera, en realidad, una ventaja? Seamos honestos: los introvertidos somos los héroes del silencio. Podemos estar horas solos sin volvernos locos, o quizás acompañados, pero sin la más mínima necesidad de intercambiar nada con aquellos. Observamos todo lo que pasa alrededor sin sentir la presión de meter un bocadillo todo el tiempo. Y lo mejor, recargamos las baterías leyendo un libro, acomodando estampillas o escuchando música mirando un punto fijo sin que nadie nos hable. Claro que n...

La libertad también cansa

Con los ojos cerrados agarrá un libro de historia; casi con seguridad vas a encontrarte con que la libertad siempre fue algo sumamente deseado por los seres humanos. A lo largo de la historia se luchó —y se sigue luchando— para conquistarla. En muchos lugares la gente arriesga su vida para ser libre. Pero cuando uno baja esa idea a lo cotidiano, a la vida concreta de todos los días, la cosa se pone más compleja. El jueves fui a una charla para inmobiliarios con el economista Pablo Viti. No fue una de esas charlas motivacionales que repiten eslóganes vacíos. Al contrario, fue honesta, concreta. Se habló de vínculos, de empatía, de escuchar. Pero entre líneas, lo que me quedó resonando fue algo que no se dijo explícitamente: la libertad. Esa libertad que tiene el que trabaja de forma independiente, que diseña su agenda, elige sus proyectos, decide con quién trabajar. Libertad total. Y sin embargo, no siempre fácil de llevar. Cuando se trabaja en relación de dependencia, aunque tenga mil ...

Agua, tierra, fuego y no sé qué más.

Hace unos días, viendo un documental en NatGeo sobre los cuatro elementos (fuego, agua, tierra y no me acuerdo qué más) decían que el agua alcanza su mayor densidad a los 4°C.  Es uno de esos detalles de física que uno aprende en la escuela pero después se le borra de la cabeza. Lo curioso fue que ese dato, tan chiquito, me quedó dando vueltas varios días, quizás porque justo en ese momento estaba leyendo El poder del ahora , de Eckhart Tolle que me prestó Yamila. Todos sabemos que una piedra es más pesada que el agua, pero pocos recuerdan que el peso del agua cambia con la temperatura, aunque el volumen sea el mismo. Es una diferencia mínima, pero real. Por ejemplo, un litro de agua pesa menos (958 g) cuando hierve, y se va volviendo más pesado a medida que se enfría, hasta llegar a su punto máximo (1000 g exactos) a 4°C. Luego, si baja más, vuelve a alivianarse un poco. Esto que puede parecer insignificante es vital para que los peces sobrevivan en invierno. Como el agua más dens...

Autocuidarse no es egoísta

Aclaración básica: Cuidarte a vos mismo es como recargar energías para poder estar bien y rendir mejor en todo lo demás. En serio. Cuando uno está equilibrado, todo fluye mucho mejor. Aclaración importante: Cuidarte no significa que estés evadiendo tus responsabilidades ni que seas mala persona con los demás. Puede ser dedicar un rato a algo que te gusta, a tirarte en el sillón cuando estás cansado, o incluso aprender a decir que no cuando las cosas te superan. Esas pequeñas decisiones hacen una gran diferencia: te bajan el estrés, te levantan el ánimo y te ayudan a reconectar con vos mismo. Y créeme, cuando estás bien, eso también le hace bien a los que te rodean. Así que, la próxima vez que sientas que necesitás desconectar un poco, hacelo sin culpa. Tenés tanto derecho como cualquiera a darte ese respiro. Cuidarte no es egoísta: es la mejor forma de estar presente con energía, amor y buena onda para vos y para los demás. Aclaración fundamental: A la gente le cuesta verte bien. Es as...