Ideas para sobrellevar el frío
Durante toda esta semana no hice otra cosa que ver un poquito para adentro. Necesito saber quién soy y de qué estoy hecho; para que, habiéndose respondido eso, me atreva a mirar quién quiero ser.
En la danza de la vida buscamos la melodía de la felicidad, sin darnos cuenta de que su armonía ya habitaba en nuestro ser. Anhelamos encontrarla en distantes horizontes, en sueños futuros; en susurros, promesas y gemidos.
La libertad, esa esencia etérea que nos envuelve, parece guiarnos hacia la dicha anhelada. Y es en el eco del miedo donde se oculta el tesoro perdido: el miedo al fracaso, el temor al juicio, la incertidumbre del éxito.
Pero al despertar el día de hoy, en el silencio de ese instante presente, en la unión religiosa del corazón y la mente, me encontré con la verdad que me dijo: no busques afuera, busca adentro, en el santuario de tu ser, allí encontrarás la tersura que tanto anhelas. Amigate con tu esencia. Lo hiciste bien, lo hiciste lo mejor que pudiste. Desplegá tus velas y navegá tranquilo, y si hace frío, aún así quedate tranquilo... tu abrigo ya está tejido.