Para lo que resta del año
Que nuestros sueños no sean solo para nosotros, sino también para los demás. Que nuestra mirada abrace vidas más allá de la nuestra: personas que nunca conoceremos y corazones que latirán incluso mucho después de los nuestros. Que lo soñado atraviese el tiempo y la tierra, porque el futuro no empieza ni termina con nosotros, también lo habitan quienes un día vivirán en los espacios que dejamos. Si soñamos solo con nuestro propio éxito, dejamos atrás a otros en sistemas que nunca los contemplaron. Cuando soñamos en colectivo —por justicia, por inclusión, por sanar— sembramos semillas que se multiplican. Que en cada sueño haya lugar para que el de otro también viva. Nuestra libertad está entrelazada. Tu felicidad no le quita nada a la mía. Que nuestros sueños no sean jaulas de logros, sino caminos anchos donde otros puedan caminar al lado. Soñemos con aulas donde cada pibe sea visto, con calles seguras y barrios con identidad, con ciudades habitables que no exijan probar nuestro valor pa...