Para que te midas
El toque de Midas es la historia de un rey que convertía en oro todo lo que tocaba y que, poco después de haber obtenido su "don", murió aislado, de hambre y de sed, porque, justamente, todo lo que tocaba se convertía en el precioso metal. En el mundo real, hay muchas personas que tienen una habilidad similar pero invertida, porque en lugar de producir bienestar, producen angustia, incertidumbre, peleas, y fermentan la mala masa. De hecho, en todo aquello en lo que se involucran, en todas las relaciones que entablan, en los grupos en los que participan, sigilosamente siembran discordia, desacuerdos y, al final, entristecen y socavan la integridad de sus compañeros de viaje. Son personas que, directa o indirectamente, fomentan la separación y la desintegración, y drenan las buenas energías. Son inseguros y envidiosos, y son extraños vampiros. Pero, ¿qué tienen en común estas personas con el personaje del mito? Creo que es fácil deducir que en la raíz del "don" inv