Curioso equilibrio
Debe ser raro verme llevar a mi hijo a la escuela, y antes de entablar el diálogo con alguna persona, tomarme un par de segundos para mirarle fijamente a los ojos. No, no soy un loco ni un pervertido, solo soy alguien que se mantiene curioso acerca de las complejidades de la mente humana y las dinámicas sociales. Es asombroso; por momentos las personas están absortas en las obligaciones innecesarias que les exigen como seres sociales, y al rato, están cegadas por una tendencia hacia la aniquilación mutua. El amor y la hostilidad que conviven en la mente humana son como dos caras de una moneda: un breve giro en el aire y alguna situación que determinará de qué lado se va a mostrar. La educación abunda, pero la violencia es mayor. El amor es una virtud, pero la rabia es más común. Quien siga a más de 200 o 300 personas en twitter sabrá de qué hablo. Es un día de sol. Felipe anda en bicicleta y yo camino detrás suyo. El verde oscuro de los árboles contrasta suavemente con el verde c...